Este fin de semana se ha presentado en una feria para adultos de Los Ángeles la primera robot para practicar sexo. Se llama Roxxxy y es una evolución asombrosa de las muñecas hinchables.
Roxxxy mide 1,73 metros y pesa 54 kilos. Tiene piel sintética, unos órganos sexuales artificiales y un esqueleto articulado que se puede animar. Según sus creadores, Roxxxy está dotada de inteligencia artificial y entiende, escucha, habla y hasta envía e-mails picantes si así lo solicita el comprador del robot.
«Roxxxy no cocina ni pasa el aspirador, pero sabe ocuparse del resto, si entendéis lo que quiero decir...», aseguró Douglas Hines, manager de la sociedad TrueCompanion, creadora de Roxxxy. Pero, por si acaso no entendemos lo que quiere decir, Douglas Hines lo explicó: «te escucha, te habla, te hace compañía y se va a dormir contigo, como una persona normal». Por supuesto, también sirve para los menesteres para los que fue creada: el sexo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario